Como cada lunes, os traemos uno de los que, para nosotros, es un título imperdible en el inmenso catálogo del Game Pass. Como muchos habréis comprobado, el servicio no deja de crecer a pasos agigantados, incluyendo juegos cada vez más importantes, a los que también se han sumado numerosos títulos de Bethesda. Sin embargo, un nombre con el que no se contaba en las quinielas ha terminado por sorprender a la comunidad de Xbox. Octopath Traveler, el hasta hace poco exclusivo de Nintendo Switch, llegaba al Game Pass por sorpresa. Estamos en un momento de lo más dulce, en el que todo parece posible para Xbox.
Phil Spencer ha sumado un nuevo acercamiento al público japonés, y este no es un juego cualquiera. El sobresaliente JRPG de Square Enix ha sido un rotundo éxito para Nintendo, y todo indica que la historia volverá a repetirse con Xbox. Los amantes del género están de enhorabuena, pero si aún no lo conoces lo suficiente quédate. A continuación, repasamos sus puntos más fuertes.
El apartado artístico de Octopath Traveler es simplemente exquisito
Con Octopath Traveler, da la sensación de que Square Enix nos ha devuelto de forma inteligente a la época dorada de los JRPG. Aquellos tiempos en los que la saga Final Fantasy (entre otras) causaba furor acumulando fans a lo largo y ancho del mundo. Eso sí, Acquire lograría dotar su nuevo JRPG de personalidad propia, con un estilo visual cautivador desde los primeros instantes de juego. El estudio apostó por una apariencia retro que recuerda, como decíamos, a aquellos días de gloria de los 16 bits. Un homenaje que tiene como resultado unos escenarios que perfectamente podrían ser cuadros individuales, con multitud de situaciones y biomas.
Desde los picos helados de Sacrolumia hasta las acaloradas costas de Aguascalmas, Octopath Traveler ofrece una gran variedad de escenarios. Pero además, todos ellos reúnen un compendio de criaturas y personajes de lo más particulares. Los enemigos serán completamente diferentes dependiendo de la zona, todos con un diseño original, haciéndose notar aún más en el caso de los jefes finales. En el caso de los habitantes y resto de protagonistas del juego, pese a contar con una presencia más discreta, se notan esos pequeños detalles que los hacen únicos.
Y si el mundo exterior de Orsterra ya es imponente, los interiores tampoco se quedan atrás. Sus diferentes rutas nos llevarán en ocasiones a adentrarnos en oscuras cuevas repletas de monstruos y otros enemigos. La lámpara de nuestro primer personaje escogido dará luz a nuestro alrededor, fusionándonos en una atmósfera única. Como siempre, la banda sonora ayuda a dejarnos momentos tan épicos como sobrecogedores en nuestras retinas. Si hablamos del interior de las edificaciones, diría que una de las construcciones que más me han marcado, es la catedral de Sacrolumia. Un monumento gigante en honor a la llama de Aelfric, y donde reside Ophilia, una de los ocho protagonistas de Octopath Traveler. Teniendo en cuenta el apartado gráfico «retro» del videojuego, no le falta detalle, y presenciar las características de edificios tan colosales como este, es una auténtica pasada.
Un sistema de combate muy divertido
En títulos JRPG como este, una de las principales claves consiste en lograr que el jugador disfrute y explote al máximo sus sistema de combate. O en resumen, que este sea divertido. A lo largo de la aventura, no dejaremos en ningún momento de hacer uso de estas mecánicas, por lo que es conveniente que los desarrolladores den con la tecla en este sentido. Y a decir verdad, con Octopath Traveler lo han conseguido. La dinámica del combate puede parecer repetitiva (que en parte lo es), pero las diversas opciones que ofrecen nuestros héroes son suficientes, y no podéis imaginar la satisfacción que da dominar estas habilidades. Ese es precisamente otro secreto de su sistema de combate, lo fácil que resulta hacerse a él.
Como en otros juegos del género, en la parte superior conoceremos en todo momento la situación del combate; quién nos ataca próximamente y con quien nos vamos a defender. Esto no tiene mayor misterio, pero lo interesante reside en nuestros protagonistas. A poco que hayamos avanzado en la trama, se habrán ido uniendo nuevos compañeros a la aventura, con sus propias habilidades. Con un máximo de 4, ya tendremos listo un equipo completo para enfrentarnos con soltura a las diferentes rutas repletas de monstruos y otros villanos. Eso sí, teniendo en cuenta el nivel mínimo que se nos pide, si no queréis morir al mínimo toque.
Cada personaje representa una clase concreta. Por ejemplo, en mi caso inicié esta andadura con Olberic, un veterano y legendario caballero que maneja la espada como nadie. Sus puntos de habilidad pueden gastarse en unas habilidades basadas en esa maestría con la espada. Posteriormente, se unieron Tressa, mercader experta en el uso del arco, u Ophilia, quien hace las veces de «hechicera», pudiendo sanar al resto del equipo y emplear el poder de la luz.
A la hora de incluir estas habilidades en nuestra estrategia, debemos contar con el «Impulso», una característica que marca la diferencia. A medida que pasan los turnos, nuestro medidor de Impulso se va llenando, de forma que podemos multiplicar nuestros ataques hasta por un máximo de 4. Algo que será vital para romper las defensas de los enemigos o simplemente hacerles más daño. Esto, sumado a las diferentes armas y ataques más comunes, lo hacen una combinación explosiva.
Octopath Traveler nos invita a conocer Orsterra en profundidad
El mapa de Orsterra está lleno de vida, y no solo por la gran cantidad de monstruos que lo habitan. La sensación de descubrimiento es constante, y más allá de las tramas entrecruzadas de nuestros viajeros, hay mucho más que conocer. El universo de Octopath Traveler es muy rico, pero para ello es necesario dedicar tiempo a otras actividades además de las misiones principales. Existen misiones secundarias que se van desbloqueando tras completar los orígenes de cada héroe. No ofrecen un arco argumental alternativo ni tramas elaboradas, pero sirven para conocer un poquito mejor a los habitantes de Orsterra y la cultura que hay en ella.
La exploración tiene recompensa. Las rutas entre una región y otra no son estrictamente lineales, sino que también habrá lugar para la exploración, pudiendo desviarnos por pequeñas zonas en las que encontrar cofres. Los diferentes cofres albergan todo tipo de elementos para nuestro inventario, como uvas curativas o ciruelas vigorizantes (entre otras cosas). Todo sirve para emplearlo como nos convenga en nuestro inventario, y teniendo en cuenta que el dinero no abunda, no viene mal investigar de vez en cuando.
Pero otro punto con el que pasar el tiempo fuera de las misiones principales, es hacer uso de las habilidades de senda. Estas son habilidades especiales propias de cada héroe, que tendrán una función troncal en las misiones de la historia. Por otro lado, también podrán usarse libremente, aunque a sabiendas de que puede perjudicar a nuestra reputación en la zona en la que estemos. Por poner un ejemplo, con Olberic podremos desafiar constantemente a cualquier persona a un combate. Con Ophilia, es posible hacer que cualquier aldeano nos siga, o bien valernos de la experiencia de Therion como ladrón para robar a cualquiera que nos apetezca.
Si tenías alguna duda, ahora es el momento de jugar a Octopath Traveler
Microsoft está haciendo muy bien las cosas en los últimos años, y actualmente, el estado de forma en el que se encuentra la compañía de Redmond es inmejorable. Gran parte de culpa la tienen las últimas incorporaciones al servicio de suscripción, que ha crecido de una manera descomunal en el último año y medio. Con tanto juego de Bethesda y otros muchos, Octopath Traveler ha supuesto el epicentro de semejante terremoto. La carrera por conquistar a buena parte del público japonés sigue más viva que nunca, y desde luego, el JRPG de Square Enix es toda una declaración de intenciones. El, hasta hace poco exclusivo de Nintendo Switch, ha sido el último bombazo del Game Pass, y un servidor puede dar fe de la tremenda calidad del videojuego.
Tuve la suerte de probarlo en su lanzamiento con Nintendo, y sus primeros instantes me atraparon por completo. Ha llovido mucho desde aquel día, y aunque el título llegó también a PC, nunca tuve la esperanza de poder disfrutarlo en mi Xbox. Ahora, puedo decirte a ti y a todos aquellos que hayan llegado hasta este punto del artículo, que Octopath Traveler es un juego obligado. Una aventura que, más allá de las tramas de sus personajes, merece la pena disfrutar por su banda sonora y su increíble apartado artístico. Sumándole a esto su gran sistema de combate, creo que la combinación es más que perfecta para darle una oportunidad, incluso si no eres tan fan del género como me ocurre a mi.
Acerca del autor
He viajado a mundos que jamás creeríais, acabado con enemigos que escapan a todo misticismo. He sentido mi pulso acelerarse con cada batalla, y el suspiro de quien sabe que tendrá que volver a levantarse. Siempre hay un villano esperando y una aventura a la vuelta de la esquina.